Juan Pérez-Carballo
Director del CURSO CONTROL DE GESTIÓN
Escuela de Economía (Colegio de Economistas de Madrid)

Un curso y una certificación profesional que te ayudarán a potenciar tu carrera como business controller

En la actualidad el término controller tiene bastantes más referencias en Google que los de Chief Financial Officer y CFO juntos. A pesar de este protagonismo, la reciente quiebra de Thomas Cook nos recuerda la fragilidad de muchos sistemas de control.

Con frecuencia la causa del fracaso empresarial es una tendencia adversa, como la transformación del sector o el desfase tecnológico. Otras veces obedece a decisiones extremas respecto al endeudamiento, a riesgos ignorados o excedidos o a un suceso desdichado, interno o externo, que actúa como detonante. También, por el reconocimiento brusco de una situación encubierta, como el aumento de los impagados o la obsolescencia del stock, hechos que al aflorar exigen ajustes contables que convierten el beneficio anterior en una pérdida o degradan la solvencia.

Lo contradictorio es que estas crisis surgen a pesar del creciente papel del control y de la disponibilidad de tecnologías cada vez más potentes y… digitales.

Algunas causas de que no se advierta a tiempo el posible fracaso son:

  • Un control endogámico –nuestro mercado y nuestros procesos que desatiende el efecto del entorno. 

  • Una falta de control preventivo que explica la tan repetida frase de que tomaremos medidas para que no se repita, en vez de tomarlas antes para evitarlo.

  • Un afán exagerado por el crecimiento, que supera el potencial del mercado y los recursos de la empresa.

  • Los sistemas de retribución variable del tipo coge el dinero y corre, que fomentan obtener un beneficio a corto plazo a costa del largo plazo.

  • Una integración débil de los empleados en el proyecto empresarial.

  • La separación excesiva entre especialidades, que dificulta una visión integral y transversal de los procesos.

  • Un dominio exagerado del control contable centrado en el número y la productividad con menoscabo del análisis cualitativo.

  • Un control por excepción punitivo más atento a sancionar lo que se hace mal que a apoyar a la organización para que mejore sus decisiones.

Por ello, el éxito de la empresa requiere que el control dé prioridad a lo clave sobre lo accesorio, a la creatividad sobre la rutina, a la información sobre los datos, a las ideas sobre los números y a las personas sobre los procedimientos. Requiere complementar el enfoque tradicional del controller financiero con el del business controller.

Curso Superior de Control de Gestión