Javier Casares Ripol y Víctor J. Martín Cerdeño
Universidad Complutense de Madrid
La innovación es la base de las economías occidentales; la competitividad de las empresas y los niveles de empleo pasan por conciliarla (productos, procesos, marketing, organización) con el resto de objetivos de las organizaciones. Al mismo tiempo, las tecnologías de la información y la comunicación han generado un nuevo escenario en las actividades distributivas; los comerciantes se han encontrado ante una serie de factores que han modificado, en mayor o menor medida, las prácticas desarrolladas en sus negocios. El creciente papel del comercio electrónico modifica las concepciones tradicionales de la localización, los horarios comerciales o los servicios complementarios. Además, los adelantos tecnológicos en las aplicaciones de los ordenadores, móviles, tabletas, generan nuevas sinergias que permiten comprar sin desplazamiento físico a los establecimientos.
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